“Es en el Corazón de Cristo que el corazón humano aprende a conocer el verdadero y único significado de su vida y su destino. Es en el Corazón de Cristo que el corazón del hombre recibe la capacidad de amar.”

SAN JUAN PABLO II

“Es en el Corazón de Cristo que el corazón humano aprende a conocer el verdadero y único significado de su vida y su destino. Es en el Corazón de Cristo que el corazón del hombre recibe la capacidad de amar.”

SAN JUAN PABLO II

Nuestra Espiritualidad

Nuestra espiritualidad es la del Sagrado Corazón de Jesús. Esta se define en tres dimensiones inseparables: el amor, la reparación y el ganar almas para que Cristo reine y el hombre viva.

Nuestra Espiritualidad

Nuestra espiritualidad es la del Sagrado Corazón de Jesús. Esta se define en tres dimensiones inseparables: el amor, la reparación y el ganar almas para que Cristo reine y el hombre viva.

Amar

Enamorarnos de Cristo en la Eucaristía, en la oración y en el conocimiento de la fe. Concretar este amor en actos, rendidos a hacer Su Voluntad.

Reparar

Consolar al Corazón de Cristo por las ofensas que cometemos nosotros y el mundo entero. Recordemos siempre que es un Corazón traspasado por amor.

Ganas almas

Estamos llamados a expandir la devoción al Corazón de Jesús, para que otros lo conozcan y lo amen. ¡Incendiar el mundo en su amor! A eso nos ha llamado.

Amar

Enamorarnos de Cristo en la Eucaristía, en la oración y en el conocimiento de la fe. Concretar este amor en actos, rendidos a hacer Su Voluntad.

Reparar

Consolar al Corazón de Cristo por las ofensas que cometemos nosotros y el mundo entero. Recordemos siempre que es un Corazón traspasado por amor.

Ganas almas

Estamos llamados a expandir la devoción al Corazón de Jesús, para que otros lo conozcan y lo amen. ¡Incendiar el mundo en su amor! A eso nos ha llamado.

Las Promesas

En sus revelaciones a Santa Margarita María de Alacoque, Jesucristo le dio a conocer 12 promesas para aquellos que se consagren a su Sagrado Corazón.

1

A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.

2

Daré la paz a las familias.

3

Las consolaré en todas sus aflicciones.

4

Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.

5

Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.

6

Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.

7

Las almas tibias se harán fervorosas.

8

Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.

9

Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.

10

Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.

11

Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.

12

A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

Corazón de Jesús,

queremos ser de los Tuyos,

los Tuyos de veras,

los que no retrocedan,

los que no se desalienten,

los que lo den todo antes que traicionarte.

Por eso te rogamos que nos enseñes,

que nor formes, que nos venzas,

que nos enciendas en santa violencia

y en afanes de conquista.

Haznos apóstoles de tu Reino,

luchadores de tu Santa Iglesia,

para recorrer el mundo siempre a Tu servicio.

con la sola ilusión de que Tú reines,

de que Tu seas más amado.

de que Tu seas más conocido.

Nuestra Señora de los valientes,

Nuestra Señora de los humildes,

encarna de nuevo a Cristo en nuestra pobre vida.

Amén. Amén.

Corazón de Jesús,

queremos ser de los Tuyos,

los Tuyos de veras,

los que no retrocedan,

los que no se desalienten,

los que lo den todo antes que traicionarte.

Por eso te rogamos que nos enseñes,

que nor formes, que nos venzas,

que nos enciendas en santa violencia

y en afanes de conquista.

Haznos apóstoles de tu Reino,

luchadores de tu Santa Iglesia,

para recorrer el mundo siempre a Tu servicio.

con la sola ilusión de que Tú reines,

de que Tu seas más amado.

de que Tu seas más conocido.

Nuestra Señora de los valientes,

Nuestra Señora de los humildes,

encarna de nuevo a Cristo en nuestra pobre vida.

Amén. Amén.