Motivos para vivir con fe, esperanza y alegría

Desde hace algunos días, algunos amigos y conocidos me han escrito diciendo que han visto un video en el que hablo sobre cómo enfrentar esta ampliación de la cuarentena que estamos viviendo en varios lugares de nuestro país y del mundo. Yo he publicado muy pocos videos, y me causó curiosidad saber que no lo vieron en las redes sociales del movimiento, sino que lo recibieron como archivo descargable en algún grupo de whatsapp. Incluso en grupos en los que poco o nada tienen que ver con temas de fe (como se puede ver en la imagen adjunta: alguien evangelizando a tiempo y a destiempo, aunque pueda generar cierta incomodidad). Un guiado me comentó “me llegó desde un grupo 0 católico”.

El video lo pueden encontrar en el siguiente link: 4 Motivos para la esperanza.

Junto con alegrarme de que el video que preparé pueda ser de provecho para las personas que lo vean, también me invita a algunas reflexiones que comparto en este post:

1) Dios no deja de acompañarnos y sostenernos siempre, así sea de maneras extrañas e inesperadas. Por lo que no debemos de sentirnos solos jamás. Si prestamos atención, caeremos en la cuenta de que Dios siempre hace notar su presencia (en un amigo, un familiar, un extraño, un video o publicación y, por supuesto y por encima de todo, en los sacramentos y su Palabra). Pero hay que estar atentos a Dios.

3) Si el video ha comenzado a circular, es porque el Espíritu Santo no deja de atraer a todos hacia Cristo. El Espíritu Santo sigue moviendo los corazones, pues nunca ha dejado de hacerlo. Y muchas veces, nos usa como sus intermediarios. 
Una de mis grandes alegrías como sacerdote está en poder ayudar a acercar a las personas a la verdadera fe. En estos últimos meses, he podido presidir la celebración del matrimonio sacramental de novios que no han dejado que la pandemia ahoge el compromiso de amor entre ellos, y de ellos con Dios. He podido también administrar el rito de iniciación cristiana para adultos (bautismo, confirmación y comunión) a un amigo que ha estado en búsqueda mucho tiempo; y actualmente estoy preparando a un joven adulto más que viene del cristianismo evangélico y que quiere incorporarse a la Iglesia Católica. ¡Todo esto en pandemia! La única explicación es que nada puede impedir la acción del Espíritu Santo que sigue obrando en el mundo.
Con estas reflexiones quiero animar a todos a seguir viviendo con fe, esperanza y alegría; aún en medio de la pandemia, de los momentos difíciles, incluso de las pérdidas… Nada escapa a la Providencia, nada escapa al poder de Dios. Dios todo lo puede -lo vemos de manera palpable en el Santuario de la Virgen de Lourdes, donde ocurren tantos milagros y cuya advocación recordamos hoy-. Sigamos confiando en el Señor, haciendo al mismo tiempo todo lo que nos toca. Tengamos fe. El Cielo es nuestra morada eterna, y mientras estamos de camino, Dios nos lleva de la mano, si nosotros le dejamos.

Que la Virgen de Lourdes nos proteja y nos lleve siempre hacia su Hijo.

P. Marco Kiyan P.E.S.

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